Del mercado de Coyoacán a la política

Recuerdo mucho los viajes al mercado con mi abuela: cada miércoles íbamos con los primos a Coyoacán, mi abuela con el objetivo de comprar algunas frutas y un helado y seguramente entretener a los hiperactivos nietos durante un rato. Recuerdo esos momentos con mucho gusto, aunque, viéndolo en retrospectiva, era más la emoción de salir, de luchar entre los primos por ver quién se iba de copiloto, y de escoger de entre los cientos de sabores y combinaciones, el helado de ese día.

Ahora, que lo veo con un ojo más crítico, creo que hay varias razones para no pensar en un mercado típico del DF como tu lugar favorito, o incluso, como un destino turístico: inseguro, apretado y obscuro; sin mucho lugar de estacionamiento y amafiado por los franeleros. La zona de comida, usualmente expide unos aromas a garnachita que me parecen abominables, además de los puestos de afuera que se adueñaron de las banquetas y que hacen imposible el tránsito. Objetos colgados del techo imposibilitan el paso a los que medimos más de 1.80m. Ruidoso y sin reglas claras para los locatarios, con pasillos angostos y obscuros. Pisos anticuados y manchados, paredes sucias y baños de pena. Sin una imagen homologada entre los distintos locales y sin un diseño específico de ese mercado. Adicionalmente, la oferta de productos son en muchos casos pirata y en otros, son de temporada: navideños, patrióticos, día del amor, etc.

Fachada del mercado de Tlacoquemécatl, en la colonia del Valle del Distrito Federal.

En el DF hay más de 50 mercados establecidos, sin contemplar mercados sobre ruedas ni zonas comerciales, como algunas estaciones del metro, y pese a que no los conozco todos, me atrevo a decir que la mayoría tienen características muy similares. Pese a que la Secretaría de Turismo del DF promueve algunos mercados como un destino, considero que tienen un reducido valor para algún visitante.

La ciudad de Madrid cuenta con varios mercados que además, son casi idénticos a los mexicanos, aunque tal vez más “formales” y un poco más espaciosos, pero en esencia es el mismo mercado. Se vuelve evidente, cuando entras a algún mercado, la enorme herencia de costumbres que en México tenemos de España.

Mercado de “La Cebada” en Madrid, muy similar en su esencia a algún mercado mexicano.

Madrid inició un plan de renovación urbana en los 90s, con el objetivo de convertir la ciudad en un destino turístico y de conseguir una ciudad segura. Dentro de la renovación, llevaron a cabo la recuperación de espacios comerciales, como el Mercado de San Miguel, situado a sólo unos metros de la Plaza Mayor, es decir, el centro de Madrid. Ese mercado fue construido en 1915 y fue gradualmente perdiendo su interés, a tal grado que en los 90s sólo ocho locales seguían abiertos.

Seguramente el Mercado de San Miguel era un mercado más de Madrid, apretado, sucio y obscuro y con todas las características de un mercado mexicano, sin embargo, el Nuevo Mercado de San Miguel cuenta con enormes paredes de cristal, espaciosos pasillos y un área central de bancos y mesas, así como un gran estacionamiento en la parte inferior, sumamente luminoso y con un gran diseño que conserva su estructura antigua. Es hoy en día un destino turístico obligatorio para cualquiera que visita la ciudad. Además, de 2007 a 2009 se hizo una segunda renovación para convertirlo en un espacio de gastronomía selecta.

Fachada renovada del Mercado de San Miguel en Madrid, hoy en día, un destino obligatorio para cualquier visitante de la ciudad.

Se hace regular ir al mercado por unos pintxos, unas tapas y unos vinos un viernes por la noche. Las cercanías del mercado son ahora cafés, restaurantes y tiendas selectas: lograron una completa renovación de la zona. Es hoy una nueva cara de la ciudad: cosmopolita, gourmet, segura y principalmente peatonal, sin problemas de estacionamiento.

El Nuevo Mercado de San Antón es otro ejemplo de recuperación de espacios comerciales de Madrid. Hoy es un lujoso lugar para ir a cenar y echar unos tragos en la zona del centro de la Ciudad.

Regresando a la Ciudad de México, creo que se está llevando a cabo también una renovación urbana. Si hoy recorres Reforma o la Condesa, te darás cuenta de que es una ciudad muy moderna y limpia, pero ¿qué te parecería un nuevo mercado de Coyoacán? punto de reunión de los visitantes, para tomar un café o unas crepas, antes de recorrer las calles coloniales. ¿Qué tal un mercado de comida mexicana gourmet en la Condesa, en lugar del obscuro mercado de las calles de Michoacán y Tamaulipas? ¿Qué tal un mercado para la creciente demanda juvenil en la zona de Tlacoquemécatl? Tres ejemplos de recuperaciones de zonas comerciales que en el Distrito Federal bien podrían beneficiarnos y lograr un verdadero destino turístico, así como una Ciudad Segura.

Comments

  1. Hola Rafael
    Me gustaron mucho todos tus artículos en especial la explicación del museo de Bilbao. El Mercado de San Miguel en Madrid si lo conozco, me gustó mucho la comida, el ambiente y como lo arreglaron. Estoy de acuerdo contigo en que en México se pueden rescatar los mercados como lo han hecho en España.
    Te felicito, heredaste la facilidad de escribir de Lety, su inteligencia y la de tu papá,
    que siempre me sorprendió,
    Un saludo desde Chihuahua
    Marisa

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